
Corresponden a soluciones no tradicionales que pueden estar relacionadas con otras formas de captación de agua para el consumo humano, uso de nuevas fuentes de agua, nuevas estructuras, nuevos materiales, otras prácticas de remoción de microorganismos o contaminantes, entre otros, en las que se busca implantar soluciones sustentables a través del uso de la tecnología más apropiada, considerando tanto los costos de inversión, operación y mantenimiento como las condiciones del entorno donde se va a implementar.
Gestión en 2015
En el 2014, la presencia de diversas especies de algas y otros microorganismos en el embalse La Fe, que surte a una parte de Medellín, puso en riesgo la calidad del agua captada y la salud de las personas que usan este cuerpo de agua con fines recreativos.
Buscando minimizar los riesgos se tomaron diversas acciones que incluyeron la demarcación y señalización de zonas críticas, el monitoreo frecuente de la calidad del agua del embalse y de la entrada a la planta de potabilización La Ayurá, la operación del embalse en niveles superiores al recomendado por el modelo de despacho óptimo y la adición extraordinaria de productos químicos en el proceso de potabilización.
Para evitar que se presente de nuevo este tipo de contingencias, se analizaron diferentes opciones tecnológicas y operativas que finalmente llevaron a la instalación de ocho equipos de ultrasonido para el control de floraciones de diferentes grupos de algas, los cuales monitorean, predicen y controlan el crecimiento de estos organismos.
Debido a que las características del agua del embalse son favorables para el crecimiento masivo de algas y cianobacterias, y como consecuencia del incremento que se presentó desde 2014, fue necesario estudiar, evaluar y posteriormente implementar una metodología de ultrasonido que permitiera un control del crecimiento de estos organismos con el objetivo de mitigar los riesgos asociados.
Por esta razón, en mayo de 2015 se realizó la instalación del equipo de ultrasonido en el embalse, momento en el cual se observaba una alta concentración de algas que comenzaron a disminuir significativamente una vez se instaló el equipo, hasa alcanzar muy bajas densidades.
Con tres de los equipos instalados en el embalse se realiza la medición en línea de parámetros como clorofila-a, oxígeno disuelto, pH y turbiedad. De esta forma se hace un seguimiento que, hasta el momento, ha coincidido con los resultados encontrados durante los monitoreos en campo.
Durante 2015 y luego de la implementación de la tecnología, el nivel de restricción por calidad desapareció, lo que permite operar el embalse a niveles iguales o inferiores a los recomendados por el modelo de despacho óptimo. Adicionalmente, se hicieron unos ajustes a los equipos debido a que con el fenómeno de El Niño la reproducción de estos organismos se ha multiplicado de tal manera que dificulta su control en el embalse.